Entretenidos los bibliotecarios, /en dar vida al Altar de Muertos, / no vieron cómo salieron de armarios / gavetas y libros, animales extintos / a dar el aviso: “O nos toman en serio, / o no habrá más blanca tortuga, ni tapir ni coco”.
A propósito de esta fiesta tradicional de Día de Muertos, en donde las ofrendas a nuestros difuntos se ha vuelto un arte puesto en el altar con adornos multicolores, es de hacer notar el que se instaló en la biblioteca SIBE de la Unidad Chetumal.
Según cuentan sus organizadores, Gabriela Zacarías y José Santos Gómez, desde el año pasado surgió la idea de los académicos Martha Valdez y Pablo Ramírez, de exponer cráneos de aquella fauna en alguna de las categorías de riesgo.
Y así lo hicieron. Hoy se puede apreciar un singular Altar de Muertos de especies de animales con su respectiva ficha descriptiva donde aparece nombre científico, nombre común y su categoría de riesgo.
Con serena mirada posan osamentas de cocodrilos, tortugas marinas y dulceacuícolas, tapires y peces. Un trabajo creativo y de saberes compartidos, pues también colaboraron con el personal bibliotecario algunos académicos: Pablo Ramírez, Rogelio Cedeño, Martha Valdez, Nuria Torrescano y Roberto Herrera.
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